Colombia ha sido pionera en jurisprudencia sobre el reconocimiento de la dosis mínima de drogas para consumo personal, sin embargo, ha estado rezagada en el tratamiento penal diferencial a campesinos, indígenas y afrodescendientes de cultivos de coca, amapola y marihuana. En 2015, Pedro Arenas y Dario González Posso, escribieron el libro «Vicios Penales«, el cual mantiene su vigencia a propósito de los anuncios del gobierno nacional por reanudar las aspersiones aéreas con glifosato con lo cual nuevamente se prioriza la persecución al cultivo y a los cultivadores. Un texto del Observatorio colombiano de cultivadores y cultivos declarados ilícitos e Indepaz que recomendamos leer.