Abril 2024-. Durante más de un año, la temperatura de las aguas del océano ha establecido marcas históricas, generando incertidumbre y preocupación sobre sus posibles implicaciones.
La temperatura de las aguas es el indicador para anticipar la actividad de las tormentas tropicales y huracanes en el Océano Atlántico. Esta actividad tropical generalmente comienza cuando la superficie del mar alcanza al menos 80 grados Fahrenheit, equivalente a 26,6 grados centígrados, que proporciona el ambiente propicio para el desarrollo de las tormentas.
En el último año, el Océano Atlántico ha experimentado temperaturas inusualmente elevadas, aumentando la inquietud sobre el impacto en la temporada de huracanes y la cantidad de tormentas esperadas. A pesar de las condiciones de El Niño, que normalmente inhiben el desarrollo de ondas tropicales, el año pasado se registraron 20 tormentas con nombre en la región.
Ahora existe la posibilidad de que La Niña tome el relevo a mediados del verano, por lo que se espera una menor resistencia atmosférica para el desarrollo de tormentas, lo que podría resultar en un aumento de ellas en comparación con el año anterior.
Según un reciente artículo sobre el tema del NYT, los primeros pronósticos sugieren que el número de tormentas podría rondar en promedio las 20, pero se espera que estas proyecciones se ajusten a medida que avance la transición de El Niño a La Niña.
Los científicos que investigan las causas detrás del calentamiento sin precedentes del Océano Atlántico, consideran que hay varios factores que influyen en esta situación, como la reducción de azufre en los combustibles marinos, el impacto de la erupción en el 2022 del volcán Hunga Tonga y la continua tendencia al calentamiento debido a la actividad humana y los combustibles fósiles.
El aumento de las temperaturas oceánicas proporciona el escenario para una temporada de huracanes potencialmente activa, ya que las temperaturas más altas del agua brindan más energía para alimentar tormentas más intensas.
A largo plazo, el cambio climático es responsable del aumento de las temperaturas globales, con los océanos absorbiendo la mayor parte del calor generado por los gases de efecto invernadero. Sin embargo, los récords masivos observados en el último año van más allá de lo que se esperaría.
En resumen, el calor récord en el océano durante más de un año plantea preguntas claves sobre el futuro de la actividad tropical y subraya la necesidad de comprender y abordar los factores que contribuyen al actual calentamiento global sin precedentes y su impacto en los océanos.