El mercado ilícito de drogas, especialmente la cocaína, genera recursos que ingresan a la economía lícita, con el beneplácito de sectores formales y de elites políticas; recursos con los cuales se ha distorsionado la competencia electoral y el funcionamiento de una débil democracia
Las políticas de drogas han mantenido una visibilidad importante dadas las noticias que provienen del norte del mundo. Es paradójico, sin embargo, que los medios no brinden el mismo cubrimiento a los hechos violatorios de derechos humanos causados por la erradicación forzada y violenta, herramienta usada de manera predilecta por los últimos gobiernos, siendo el de Duque el más obtuso en la aplicación de su fórmula “paz con legalidad” con la cual procura la destrucción de todos los cultivos de coca en el país.